martes, 10 de julio de 2007

La Argentina informática

Hay pocos sectores de la economía mundial que han crecido tanto en la última década como lo ha hecho el de la informática. Dentro de este ámbito, la industria del software se lleva un lugar destacado. Puede argumentarse que es un sector muy pequeño en Argentina como para influir en la macroeconomía del país, sin embargo, intentaré mostrar por qué considero que no debe perderse de vista a este sector.

Primero que nada, dentro de éste ámbito de nuevas tecnologías, el software marca una diferencia radical con el resto: la escasa necesidad de hundimiento de capital financiero. Mientras que la producción de hardware, sobre todo en lo que a chips se refiere, es intensiva en capital, el software requiere porciones mucho menores. Por otro lado, el avance del sector en Argentina se ha volcado de forma importante a la exportación, por lo que éste sector está más allá del fenómeno de importar bienes de capital para aumentar la producción que no siempre, como es sabido, ha sido un círculo virtuoso de la macroeconomía de este país.

Por otro lado, propio de la actividad en sí, la misma enfrenta una posición de prácticamente libre mercado a nivel internacional. Esto es, las trabas sobre la política de comercio exterior que suelen imponer los países centrales a las exportaciones argentinas, se ven seriamente limitadas al no hablar de bienes físicos. Estos problemas de accountability que representan un problema para el organismo recaudador (pensemos, por ejemplo, cuáles son las posibilidades de cobrar retenciones sobre las exportaciones del sector) son, al mismo tiempo, la llave de entrada a los mercados internacionales.

Otra razón se centra sobre el importante crecimiento de la actividad en los últimos años: la actividad aumentó sus exportaciones en un 42% el año pasado y si se mantuviese el ritmo de crecimiento mostrado en el primer trimestre de este año, podría sobrepasar los 420 millones de dólares este año.
Por último, si bien el sector es demasiado pequeño como para representar una auténtica actividad dinámica con repercusiones macroeconómicas, también debe decirse que sumado a la velocidad de crecimiento de la actividad, la importancia actual de la actividad a nivel mundial ya es significativa. El ejemplo clásico sobre este punto es el de India, país que sin ser desarrollado ocupa una porción importantísima del mercado mundial, dónde las exportaciones anuales de software en 2006 fue de 21,5 mil millones de dólares según el organismo de promoción de las mismas de aquél país; algo así como el 50% de las exportaciones de Argentina. Otro país en el que el software muestra repercusiones macroeconómicas concretas es Irlanda, la cual, según su oficina de estadísticas contabilizó exportaciones por 16747 millones de Euros.

Sin duda que las realidades de estos países son muy distintas a las de Argentina, sin embargo, ésta actividad era prácticamente inexistente en estos países en poco más de una década atrás. Sin embargo nos dejan enseñanzas concretas: ambos países cuentan con organismos estatales dedicados exclusivamente al fomento de estas actividades y el proceso fue acompañado por un proyecto educativo en este mismo sentido. Lo que es claro es el fuerte crecimiento de esta actividad en nuestro país y que las dimensiones que la misma pueda tomar en un futuro no son fácilmente cuantificables.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

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Moe dijo...

Que siestita que te estas durmiendo