jueves, 7 de junio de 2007

Retenciones: el que no llora, no mama

Sobre el final de la profunda crisis que sufrió la Argentina al comienzo de este siglo, el régimen tributario imperante sufrió modificaciones que no necesariamente lo llevaron a que pueda caracterizarse de no distorsivo. La inclusión del impuesto al cheque y las retenciones sin duda que generan un problema de eficiencia en tanto alteran el comportamiento de los agentes respecto a lo que éste sería si estos impuestos no existiesen.
Sin embargo, estoy convencido que el primero de éstos impuestos es mucho más distorsivo que el segundo, por lo que el debate en torno a las retenciones tiene, a mi criterio, un debate que debe necesariamente venir antes, que es justamente el del impuesto al cheque. Sumados estos impuestos constituyen más que la totalidad del superávit del gobierno nacional, por lo que el debate en torno a su eliminación es una tarea delicada que debe mantenerse fuera de la órbita de sectores de presión que sean potenciales beneficiarios o perjudicados por el cambio en el régimen tributario.
Sumado a cuestiones de eficiencia, creo que deberían sumarse a esto otras distorsiones impositivas en tanto equidad como son el IVA elevado sobre productos de consumo de los sectores más pobres y asalariados que son alcanzados por el impuesto a las ganancias.
Sin duda que, a diferencia del resto, las retenciones presentan un problema agudo de vulnerabilidad de los ingresos del estado ante variaciones exógenas de los precios de los commodities, sin embargo, entiendo que deberían tenerse en cuenta dos factores: por un lado, hay una diversificación del riesgo dado que todas las otras fuentes dependen en muy alto grado del nivel de actividad, mientras que ésta estaría más relacionada con los precios internaciones y el ingreso del resto del mundo y segundo, es más importante aún considerar si la situación actual amerita su eliminación. Dado que mi respuesta es que no, realmente no veo razones por la cuál el régimen tributario deba ser algo estático e inalterado que no pueda reaccionar con una tasa de retenciones flexible a la magnitud de los beneficios extraordinarios que perciben los sectores exportadores.
Por otro lado, el argumento en torno a la legitimidad suele asociarse con el retorno en dólares de la actividad, cuando no veo por qué ésto deba hacerse así. Exportadores o no, lo que debe medirse es cómo ha variado la capacidad adquisitiva local del sector y ahí la respuesta será que más allá del aumento de los precios internacionales de los commodities, el sector primario se vio muy beneficiado por la devaluación, en tanto sus ingresos se multiplican, casi automáticamente, por el tipo de cambio y el nivel de precios local no ha aumentado en la misma proporción en que aumentó el tipo de cambio, en parte gracias, a su vez, a las retenciones. Puede argumentarse que parte importante de sus insumos también aumentaron al rítmo del tipo de cambio, pero claramente ni es una norma homogénea a todos los sectores ni es cierto que sectores dedicados al mercado interno, que no han visto multiplicados sus ingresos (por unidad producida), no padezcan el mismo problema.Focalizándonos entonces en el análisis de los ingresos en pesos, creo que resulta significativo observar como, tomando enero 2002 como base 100, aun aplicándole una reducción del 25% al índice de precios de las materias primas publicado por el BCRA (porcentaje por más excesivo, dada la ponderación de éste índice), puede verse que el aumento en pesos de los ingresos del sector han aumentado considerablemente más que lo que ha aumentado el coeficiente de variación salarial del INDEC.Por otro lado, más allá de la importancia que las mismas tienen en tanto recaudación, es innegable el papel que cumplen para marcar una diferencia entre los precios internacionales y los locales, sobre todo en un país como Argentina que, como suele decirse: “exporta lo que come”. El papel que han tenido las retenciones para que el IPC haya variado mucho menos que el tipo de cambio es muy relevante. No me caben dudas que el pass through hubiese sido mucho más alto de no existir éstas.
En conclusión, las retenciones representan un ingreso vital para mantener un superávit fiscal elevado, al mismo tiempo que son una herramienta importante para alcanzar una distribución del ingreso más equitativa. La discusión en torno a la legitimidad se encuentra seriamente limitada en tanto que los ingresos del sector, no medidos en dólares como pretenden, sino en pesos que es la medida en la que se denominan ingresos y gastos de aquellos que viven en el territorio nacional, han aumentado considerablemente más en los sectores exportadores que lo que lo han hecho los ingresos de asalariados y sectores no transables, sumado al hecho de que parte importante de esa diferencia se debe particularmente en el origen de sus ingresos y el beneficio que representó para éstos la devaluación de la moneda nacional a comienzos de 2002. El argumento acerca de la sostenibilidad también está limitado en tanto las retenciones dependen de factores distintos a los que dependen el resto de los ingresos del estado, por lo que ayudan a diversificar el riesgo en las fuentes de ingreso del estado y, si bien es cierto que no son sostenibles con precios de commodities significativamente más bajos, nada impide que sea ése el momento en el que el impuesto se reconsidere y no hoy, que implicaría un aumento en los beneficios extraordinarios de un sector que goza un momento muy favorable y un empobrecimiento de aquellos que consumen importables. Implicaría un aumento del beneficio de un sector en el cual, en algunos casos las barreras a la entrada y la inelasticidad de la oferta no son menores y en otros donde la explotación se realiza en un porcentaje elevado vía el régimen de arrendamiento, lo cual entiendo podría redundar en un aumento del ingreso de sectores rentistas y no de los productores.

7 comentarios:

Mariano T. dijo...

No me gustan esos cuadros, me parece que quedarían mejor con base=promedio década. El 2001 fue el peor año posible para commodities. Si hubiesen existido entonces los precios actuales, Chupete todavía era presidente.
El impuesto al cheque aunque sea no es discriminatorio. Las retenciones son un impuesto al ingreso marginal, por lo tanto distorsiona las relaciones insumo/producto.
Del tema efecto dolar ya hablé acá
y no es como decís.
El tema de que exportamos lo que comemos, lo que favorece mucho a los consumidores, lo traté acá
Y finalmente, hay que notar que la devaluación y los precios de los commodities favorecen a muchos sectores concentrados que no estan castigados por las retenciones, tal vez por mejor poder de lobby, cuando las retenciones podrían recaudar lo mismo con una tasa menor si estuvieran más repartidas, en vez de ser discriminatorias, como desarrollé acá
La suba de commodities alimenticios y no alimenticios es obviamente mundial, hay países con dolar bajo y con dolar alto, pero a ninguno se le ocurrió este disparate.

Jota dijo...

A ver...
Leí tus post, cosa que ya había hecho, y hay algo que es claro: nos querés convencer de que el campo no está ganando tanto como pensamos. Puede que tus razones sean más o menos justificadas, pero lo que es claro es que no nos vamos a poner muy de acuerdo en esto, ni yo voy a moverte de tu posición ni vos vas a hacerme creer que al campo no le va bien aún con retenciones.
Respecto a lo de que el campo es un sector discriminado, estoy 100% de acuerdo!. Nunca me pronuncié en contrario!... yo siempre hablé de commodities, lo cual incluye a los metales naturalmente. No es mi intención, bajo ningún punto, defender las políticas del gobierno nacional... de hecho, podés leer los post anteriores para encontrar mis diferencias.
Igual creo que, primero que es deseable que el país tenga una industria pesada como sector estratégico (lo cual no quita lo que decía antes) y segundo que, dado el boom que el sector minero está teniendo, donde se exporta un producto que no tiene mucho más proceso que ser un pedazo de roca y donde no se los puede gravar por los programas de incentivos de largo plazo que están firmados, sería sumamente beneficioso buscar la forma de que se exporten productos refinados. Si bien el campo (que parece que es lo que más le interesa) está más avanzado en esto, creo que amerita un cambio el esquema de retenciones de forma de bajar (aun más) el porcentaje de materias primas y aumentar el de manufacturas de origen industrial en las exportaciones.
Lo del dólar alto, dice usted: “toda la mejora de la situación actual con respecto a 1998 pasa por mejoras en el precio internacional”, ese es justamente el punto!! Las retenciones están por el inmenso beneficio que significó la devaluación y no tanto por el aumento de los precios internacionales. Si el campo está bien es por los precios internacionales y porque las retenciones no son lo suficientemente altas para comerse eso, lo que hacen las retenciones es disminuir (en pesos) la ganancia del “dólar alto” (obvio que esto implica menor rendimiento en dólares, no así en pesos. Mal que le pese, es esto lo que debería mirar).
Es cierto que el aumento de los commodities es mundial. Pero, acaso debería eso influir en el precio de la comida de los argentinos? Para usted sí, para mi no... he ahí el fondo de la cuestión y no creo que alguno vaya a moverse.
Sobre lo que si podemos discutir es si logra demostrarme que la eliminación de las retenciones provocaría unos encadenamientos tales que la producción aumentaría de tal forma, que sería beneficioso para la argentina en conjunto. Que la eliminación de las retenciones no afectaría los precios internos. Una forma de financiamiento alternativo para el estado en vía de recuperar los ingresos que se perderían. Que la eliminación beneficiaría al pequeño productor y no se iría todo a alquileres. Bueno, esto quedó muy largo, después la seguimos.

Mariano T. dijo...

Lo que plantée es que el dolar actual con retenciones es un perjuicio mayor que el dolar bajo. Porqué el campo esta tan bien? Porque los precios externos son extraordinarios.
Pero también lo son para la mayoría de las manufacturas que se exportan, sobre todo para los commodities industriales(como acero, aluminio o petroquímica)(No estarían más baratos los autos si la chapa fuera más barata?).
Lo que quise demostrar en mi blog es que con precios normales, el dolar actual con retenciones sería un desastre.
Así como las materias primas inciden poco(salvo la carne) en el producto final que llega al consumidor(trigo=9% del pan), si la defensa del consumidor fuera la principal causa, cuanto más elaborado es el producto, más incide el hecho de que se exporte en la canasta(se exporta trigo 20% más caro, el pan sube el 1,8%, en cambio se exporta harina el 20% más cara, y el pan sube el 7%, se exporta pan congelado un 20% más caro, y el pan sube el 20%)
O sea que al consumidor le perjudicaría más la exportación de productos terminados.
De todas maneras, el valor agregado tampoco es un argumento sincero. Cuando un producto como el aceite se desarrolla y se hace competitivo, le enchufaron un 24% de retenciones, es razonable suponer que sucedería lo mismo con cualquier producto alimenticio elaborado que tenga el suficiente éxito como para ser detectado por el radar.
En todos el mundo(exportadores e importadores) se ha producido 1 o 2 puntos de "agrinflation" en los últimos 12 meses. Los importadores no pueden ahcer nada, pero porqué seremos los únicos exportadores que han puesto las retenciones?
Cuando se le cuenta a un extranjero, la primer reacción es de incredulidad.
El tema creo que es la reacaudación fiscal, se ha buscado una víctima con poca capacidad de lobby y de defensa, al contrario que los sectores concentrados, en vez de reacudar los impuestos en forma equitativa de todos los sectores económicos. Somos uno de los paìses que menos Impuesto a las ganancias recauda en relación a su PBI.

Jota dijo...

Me pregunta por qué el campo está tan bien... lo cual implica que está "tan bien", a pesar de las retenciones, ya nos vamos poniendo de acuerdo. Me responde: porque los precios internacionales están altos: totalmente de acuerdo! si no va a ser por las retenciones... si están justamente porque caso contrario el sector obtendría beneficios extraordinarios dados los precios y el dolar alto.
Particularmente en el caso del campo, ya que insiste, esos beneficios no redundarían necesariamente en mayor producción: la superficie sembrada es bastante inelástica y el aumento en la producción está más asociado a rindes (los cuales claramente no está asociado al precio del bien, o si?).
Al extranjero con el que usted charla probablemente venga de un país central y lógico que le parece ilógico porque recibe subsidios, lejos de pagar impuestos. Qué pasa si se los sacan? claramente no le iría muy bien, son mucho menos eficientes que el campo argentino. Me pregunto si acaso tendrá que ver en la permanente necesidad de innovación del campo argentino ante márgenes que no son tan altos como los de aquellos países que, además de precios internacionales altos, reciben subsidios.
Que el consumidor se perjudica más con la exportación de productos elaborados? bueno... no me preocupa mucho francamente: el efecto directo, siguiendo un análisis demasiado tendencioso, puede ser ése, sin embargo, claramente en el agregado elaborar productos implica agregar valor, léase: trabajo. No me voy a detener a explicar por qué a Argentina le conviene exportar productos con valor agregado en lugar de materias primas, creo que es obvio a esta altura.
Con lo de impuesto a las ganancias estoy con usted, aunque con una objeción: más allá del poder de policía que pueda tenerse, el régimen impositivo que pueda tenerse forma parte de la cultura de un país. No estoy seguro de que Argentina pueda pasar fácilmente a un régimen tributario basado en el impuesto a las ganancias, llegando al punto de retener sueldos para devolverlos después en base a los ingresos como se hace en el norte. Sin dudas que sería lindo eliminar el IVA, pero no creo que sea sólo una decisión de política.
Por último, debo decir que el lobby del agro ya le hizo demasiado daño a este país en la historia, si realmente ahora es que tiene poca llegada, bueno compañero: AGUA Y AJO!

Mariano T. dijo...

Lo que expliqué de la exportción de alimentos elaborados fue para llamar la atención sobre la insinceridad de las justificaciones de las retenciones por los "precios internos".
En cuanto a "ganancias extraordinarias", bueno, es un tema subjetivo, no hay ninguna empresa rural(ni los Grobo) que gane como Aluar, Dow, Atanor o Acindar. No veo el motivo tampoco para que un mediano productor que gana 100.000 al año deba pagar más impuestos que un escribano o un economista que gane lo mismo. O sea que cuando ud habla de ganancias extraordinarias implica que aún el mas humilde de los chacareros, que probablemente gane menos que usted, gana más de lo que merece. Me parece un poco discriminatorio.
En cuanto al lobby, me parece que jmás existió en la Aretina un lobby agrícola influyente. Si existió un lobby ganadero, con fuerte influencia hasta los 50, pero los chacareros siempre hemos sido desorganizados, y ese es nuestro pecado.

Jota dijo...

Bueno, ya nos estamos poniendo ideológicos más de la cuenta creo...
Respecto a lo de los precios internos bueno... si realmente la carne, la leche, el aceite, la nafta y etc no son más baratos acá que afuera le doy la razón, si no es así y no es por las retenciones, por qué cornos es? Ok, me doy cuenta, usted viene del agro... y si, si de soja se trata ni corre lo de los precios internos ni lo de que "exportamos lo que comemos" tenemos acuerdo ahí.
Lo del chacarero humilde, ok... pero seguro que alquila el campo y, le repito, no veo la razón por la cuál la eliminación de las retenciones no se iría a arriendo.
El de los 100.000... well... está far away de mis ingresos si de eso se trata. Si uno mediano gana eso, la verdad suena una ganancia prudente para un país donde hay tanta gente con necesidades insatisfechas, no veo razones para resignar ingresos del estado en vía de aumentar esta ganancia antes de atender otras "prioridades". Obvio que está el tema de la legitimidad del impuesto... parece que respecto a eso no vamos a ponernos de acuerdo.
Atanor, Acindar, Aluar... ya le dije! no discrimino al agro!! para ellos tb va el impuesto (si corresponde).
Respecto al lobby... si pecan de desorganizados o no realmente no es de mi interés... más allá de ser un tema eminentemente con matices políticos, desde mi posición intento (aunque a veces me exceda) hacer un análisis lo más "económico" posible.
Otra cosa, entre nosotros: lo entiendo! pero mientras el contexto sea el actual, no creo que vayamos a ponernos de acuerdo...

Mariano T. dijo...

Bueno, ya se van aclarando posiciones: Es un escándalo que un propietario mediano gane 100.000, pero no que lo haga un escribano, abogado, o artista. No es un poco discriminatorio? Todos sabemos que hay necesidades básicas insatisfechas, no es responsabilidad de TODOS los argentinos que ganan más ayudar a superar ese problema, o solo de un sector?
Por eso defiendo el Impuesto a las Ganancias (incluyendo las financieras), o a los Capitales. Es progresivo en si mismo, y veo bien que también abarque a asalariados de la escala alta. 5 lucas mensuales son 5 lucas, ya las gane un comerciante, un contador, un chacarero o un gerente.
El argumento de los arrendamientos lo ha repetido varias veces. No creo que los comerciantes de ropa vean válido que se limiten sus ingresos para no beneficiar a los propietarios que alquilan comercios en la calle Avellaneda. No creo que puedan trasladar un impuesto al jean de tiro bajo hacia los propietarios de los locales.
Los propietarios de un bien escaso siempre van a compartir una parte de las ganancias de sus inquilinos. pero dudo que la ganancia neta de éstos últimos sea indiferente a los precios de venta, y se pierda totalmente con el alquiler.